La letra es un mapa abierto que desvela fielmente nuestra forma de ser. Los especialistas en grafología deducen minuciosos detalles de nuestra personalidad con el mero hecho de analizar la caligrafía. A continuación os resumimos algunas de las claves que revelan la peculiaridad de nuestro carácter a partir del análisis morfológico de nuestra escritura.
- El tamaño importa
No hace falta mucha imaginación para establecer analogías picantes a partir del título de este epígrafe. Pero el caso es que a la hora de analizar la letra sí se ha comprobado que el tamaño es fundamental. Una letra grande corresponde a personas extrovertidas, sociales, que disfrutan en contacto con la gente y que suelen ser el centro de atención. En cambio, una letra pequeña refleja tendencia a la timidez y a la introversión. Suele darse en personas con una personalidad meticulosa, que prestan atención a pequeños detalles y tienden a prejuzgar a las personas antes de darles su confianza.
- ¿Letras juntas o separadas?
El modo en que conectamos unas letras con otras refleja la forma en que articulamos nuestros pensamientos. Unas letras juntas denotan una forma de pensar eminentemente lógica, que nos lleva a percibir nuestro entorno como algo coherente y estructurado. Mientras que unas letras separadas hablan de una personalidad más intuitiva, capaz de guiarse por el mundo con espontaneidad y menor cautela en cada iniciativa.
- ¿Rectas o inclinadas?
Una escritura recta habla de personas prácticas y mesuradas, que necesitan establecer un control sobre sus emociones y las situaciones de su entorno. Si por el contrario se aprecia una inclinación de las letras hacia la derecha, lo que tenemos es una persona más deshinibida y abierta a nuevas experiencias, que disfruta en contacto con las personas y que se muestra predispuesta a las emociones que generan los cambios. En el caso de la inclinación de la letra hacia la izquierda, lo que tenemos es un carácter más cauteloso y tímido, que huye del protagonismo y ama el trabajo en equipo.
- Los puntos sobre las íes
Un detalle tan aparentemente insignificante como el punto de la «i» aclara muchos aspectos de nuestra personalidad. Cuando el punto está muy arriba denota una gran imaginación, pero a la vez una tendencia a soñar despierto y a vivir un pelín abstraído en las nubes. Si en lugar de punto se trata de una línea, estamos ante alguien muy autocrítico y observador, que exige al máximo y arrastra la inconformidad de sentir que puede dar algo mejor. Por último, si en lugar de punto vemos una bolita o algún símbolo particular, nos hallamos ante una personalidad creativa, con una ligera tendencia al infantilismo y que disfruta jugando en cualquier circunstancia.
Cuestión de fuerza
La presión que ejercemos sobre el papel refleja la vitalidad y seguridad interior de la persona. A mayor fuerza, mayor autoestima y confianza. Dejar una huella firme en la hoja es una característica de sujetos que dejan huella en la vida, con una actitud comprometida y mirando siempre hacia adelante. En cambio, una escritura suave corresponde a personas sensibles y empáticas, con excesivas dudas sobre si mismo y con dificultades para tomar decisiones.