¿Cómo estudiar en verano?

Estudiar en verano es complicado pero necesario e inevitable en muchas ocasiones. Aunque puede que no sea lo que más le apetezca a uno, hemos de intentar que sea lo más agradable posible. El calor, el cansancio y las ganas de salir pueden impedir la concentración. Con todo esto: ¿Cómo estudiar en verano? A continuación, os dejamos unas claves que te pueden ayudar.

1. Genera una rutina de estudio

Hacer una rutina es necesario para evitar distraernos de nuestro trabajo. Intentemos poner en una balanza las obligaciones y las distracciones. Debemos priorizar las obligaciones, pero también darnos tiempo libre para disfrutar, en la medida de lo posible, de las vacaciones y así, disminuir las distracciones. Una idea es estudiar de lunes a jueves y probar a tener los viernes y fines de semana libres; para reponer los esfuerzos.

2. Realiza tu propia tabla de horarios para estudiar en verano

En verano se puede perder el tiempo con demasiada facilidad y esto afectará a los tiempos de estudio. Por este motivo hemos de fabricar un horario que cumplir estrictamente. En este horario debe reflejarse las horas de estudio y el tiempo libre. Una libreta Escolofi será tu mejor aliada para enfrentar tus estudios y hacerte un buen horario. 

Una buena idea es destinar las mismas horas de estudio para cada día, priorizando las horas en las que menos calor haga, como son la mañana temprano y por la tarde/noche.

3. Generar una rutina de sueño para estudiar en verano

Es importante dormir las 8 horas correspondientes, para levantarnos descansados y afrontar el día mucho mejor. Por este motivo deberemos hacer un pequeño ajuste en el horario de verano, por ejemplo podemos poner que la alarma suene todos los días a la misma hora (8 de la mañana) y por la noche acostarnos a las 00h, para así dormir las 8 horas. Se sobreentiende que el fin de semana (o los días libres) podemos cambiar este horario, al fin y al cabo ¡es verano!

4. Evita las comidas copiosas durante la semana e hidrata bien tu cuerpo

Evidentemente tras una comida copiosa todo el mundo necesita una siesta o algo similar. Es imposible abarcar los estudios si comemos demasiado, sobretodo constantemente. Si quieres picar o necesitas algo de sal, azúcar o similar puedes tomar algo en pequeña cantidad.

No es una buena opción para los días de calor en los que debemos estudiar comer mucho o beber muy poco. Por este motivo podemos tener una botella fresca a mano, para beber mientras estudiamos. 

Sobre los alimentos procura que sean frescos, refrescantes, sanos y ligeros. Entre estos productos entran el yogur, carne blanca, verduras, piezas de frutas, cereales, helados, cremas,…

5. Modificar el horario semanalmente, ¡te ayudará!

Una idea muy interesante es modificar el horario con objetivos para cumplir. De esta manera nos parecerá más divertido o al menos, menos tedioso y rutinario. En vez de rellenar el horario con materias generales (martes: matemáticas; jueves: ciencias) rellenarlo con actividades concretas para cumplir. Por ejemplo, estudiar el tema 3 y hacer varios ejercicios, de una hora a otra.

6. Planea los descansos entre estudio y estudio

Obviamente necesitamos descansar para renovar la mente y potenciar la capacidad de estudio, concentración y memoria. Por este motivo hemos de tener en cuenta que si estudiamos unas dos horas y media el descanso será de unos 30 minutos. La concentración de cada persona es diferente, por lo que tendremos que adaptar ciertos minutos de descanso, según las horas de estudio.

¿En qué consiste el descanso? Puedes darte un chapuzón en la piscina, salir a la terraza o simplemente cerrar los ojos, dar un paseo,… siempre y cuando vuelvas a estudiar a la hora correspondiente. Ya verás que vuelves más renovado/a.

7. Cambiar de ambiente de estudio

Manteniendo la misma rutina, las mismas horas y los mismos descansos, no tienes por qué estudiar siempre en el mismo lugar. Si estás de vacaciones puedes ir a estudiar al parque, a la playa, al campo o a un lugar donde te sientas cómodo y donde cumplir con tus obligaciones disfrutando de un ambiente en el que no podrías estar en invierno.

8. Mantener una actitud positiva frente al estudio

Por último, y no menos importante, la mejor clave de todas es mantener una actitud positiva ante el estudio. No pienses en el pasado, en el futuro o en el por qué tienes que estudiar en verano, sino en transformar todo en actitud positiva.

Esperamos que estas claves te sirvan de ayuda de cara a este verano y recuerda que en Escolofi tenemos todas las libretas que necesitas para hacer que tu estudio sea más ameno. ¡Ánimo!